La escalada sin control de los precios de alimentos básicos desencadena las primeras concentraciones contra el Gobierno en vísperas del Ramadán.
En Marruecos la carne o los tomates resultan más caros para los pobres. La inflación se disparó el año pasado un 6,6%, de acuerdo con datos oficiales, aunque el Banco Mundial la ha elevado hasta el 8,3%. El alza de precios de los alimentos se situó en el 11%, según las estadísticas de la Alta Comisión de Planificación marroquí, pero la institución de crédito mundial triplica de hecho su impacto, hasta alcanzar el 30% para los más desfavorecidos de la población: la décima parte de las familias que tiene que gastar más de la …